Los locales de Triball abren sus puertas

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Hoy viernes 11 de abril a las 20:00 comenzaba Okupación Creativa, la iniciativa que ha promovido la Asociación de comerciantes Triball (Triángulo Ballesta) dentro de su proyecto de remodelación del barrio de Malasaña.

A eso de las 18:00 me he acercado al barrio, es curioso como mientras las calles de Preciados-Carmen-Plaza Callao y Gran Vía se convierten en un hervidero de gente los viernes por la tarde, solo unos metros más allá, entrando por la calle Desengaño hacia Ballesta la situación cambia de forma radical; apenas nadie paseando salvo algún vecino y las incansables prostitutas que a estas alturas se han convertido en todo un símbolo de la zona.


Los locales de la calle Ballesta ya están abiertos, aunque todavía hay muy poca gente, algo que se agradece pues permite recorrer los espacios tranquilamente, fijándose en cada detalle. Aquí os dejo algunas fotos de EL BESO, en Ballesta 1, que se ha convertido en el centro neurálgico de toda la iniciativa. Merece la pena pasar a verlo, pues el local ha quedado alucinante. Varios artistas plásticos han colaborado en la decoración y el trabajo ha sido excelente.

En la calle Ballesta, además de El Beso, hay abiertos tres locales más: La linterna roja, Susie Wong y Lady Cara (este último es un outlet de nuevos diseñadores, así que no dejeis de pasaros si quereis conseguir auténticas gangas).

Es increíble el trabajo de remodelación que han hecho los diseñadores y artistas con estos locales que llevaban años cerrados. Han estado varias semanas acondicionándolos y el resultado ha sido espectacular.


En la calle Barco, paralela a Ballesta, encontrareis otros tres locales: El escondite, Carocora y La Panadería (éste último dedicado especialmente a los niños).

Una calle más atrás, en Valverde, abren sus puertas los dos locales de La Maison, impulsores del proyecto. Sus locales, ubicados en los números 29 y 30, transpiran glamour y diseño. No os los podeis perder, tienen unos vestidos espectaculares. A mí persolamente me fascina la marca CHULA con sus estampados psicodélicos llenos de color.


Cuando he vuelto a El Beso hacia las 20:30 aquello era un hervidero, más que una tienda parecía un bar en plena hora feliz, la gente estaba animadísima, la respuesta ha sido un éxito y en el local no entra ni un alfiler, algunos hasta hacían cola para entrar. Allí estaban Susana de Columpio, Julieta Álvarez, la diseñadora que ha organizado el local, Cristina de Olula se Casa...

Muchos se animaban a comprar aunque quizá no sea el mejor día. Los locales estarán abiertos un mes y con unos horarios muy amplios así que os animo a pasaros con tiempo, para descubrir todos los rincones de cada uno de estos pequeños museos del diseño de vanguardia.


En El Beso han programado varias actividades. Además de un grupo de música que ameniza la noche, Paloma Arenas pinta preciosos dibujos sobre la piel a todo aquel que se anime.