Conocí el trabajo de Noa en los míticos foros Vogue hace ya varios meses y desde entonces lo he seguido con muchísima atención. Los broches de Iruneh tienen algo muy especial, un carisma que los hace únicos a pesar de poder parecer, a priori, similares a otros. Similares porque comenzó confeccionándolos con fieltro, un material tan de moda que cada vez es más difícil encontrar creaciones verdaderamente originales.
Aun con este factor “en contra”, los broches de Iruneh sobresalen y se diferencian claramente de cualquier otro trabajo en esta línea, ¿cuál es su secreto?, ¿cómo ha logrado diseñar algo tan especial utilizando como base materiales e incluso patrones comunes?

Como muchos otros grandes artistas, Noa ha conseguido imprimir a sus creaciones un sello personal.

Noa nació en Vigo hace 28 años. Trabaja desde hace diez como administrativa, y hace a penas uno que ha sumado a su actividad principal la de creativa en sus ratos libres.

Los varios meses que llevo conociendo y entrevistando a jóvenes diseñadores me han enseñado que detrás de todo talento hay una buena carga de herencia familiar. Siempre aparece una abuela, una tía, una madre... en el árbol genealógico del artista con especial habilidad para la costura, el dibujo, el patronaje… A pesar de que hasta hace pocos meses Noa no había sentido la llamada del arte, no hay duda de que permanecía con ella desde el principio, adormecida pero presente en la herencia transmitida por su abuela, que fue modista y costurera.
Noa comenzó a confeccionar broches de fieltro el verano pasado, durante unas vacaciones aburridas en las que familiares y amigos estaban ocupados trabajando. Un estimulante horizonte de dos semanas libres de obligaciones laborales se abría ante ella pero no sabía en qué ocuparlo Así nació Iruneh, su firma de broches y complementos. “Lo que no sabía es que desde aquel momento… no iba a parar de coser”.

Se decantó por el fieltro como material base para sus creaciones porque es muy fácil de utilizar y da un toque muy tierno a los animalitos. Pero al acercarse la primavera tuvo que pensar en algo más fresco, y empezó a combinar el fieltro con tela. Muchas de las telas que usa son pequeños retales que le quedaron a su abuela de sus tiempos de modista. Cuando las termine será complicado volver a encontrarlas.
Noa ha montado su taller en el salón de casa, concretamente en el sofá. “Es donde empecé haciendo mi primer broche de fieltro y donde a día de hoy continúo”. Ha colocado en la sala dos focos de 100w cada uno para que la vista se resienta lo menos posible, y se ha hecho con un baúl para guardar todo su material, aunque está a punto de quedarse pequeño. “Soy incapaz de pasar por delante de una mercería o tienda de abalorios y no entrar. Cada día vuelvo a casa con algo nuevo”.
Noa es una auténtica fan de Sr. y Sra. Pérez, una tienda que hace las delicidas de todos los artistas de Vigo. Además de comprar sus materiales aquí vende sus cosas junto a compañeros y ya amigos como Diego de Joyas de Papel y Lara de Miss Joyitas.
Dedica todo el tiempo que puede a sus creaciones, unas cuatro horas al día. “Por la noche después de terminar las tareas de la casa me “espatarro” en el sillón con la tele de fondo y aguja en mano”.
Su primer broche de fieltro fue un ratón, que aún conserva con mucho cariño y que le permite ser consciente de la enorme evolución que su trabajo ha sufrido en estos meses. Una muestra más de que sólo cuando el talento natural se combina con el esfuerzo persistente de la perseverancia, se obtienen resultados realmente valiosos. Tener la paciencia y la capacidad de trabajo para llevar a cabo esta evolución es otro de los factores que marca la diferencia y que convierte a las personas en artistas. No hay caso más claro que el de Noa, cuyos broches son a día de hoy ejemplo de una cuidadísima confección y un perfecto acabado.
A este primer ratón le siguieron un gato, un perro, una oveja y un oso… un koala, una vaca, un cerdito y un mono… “y es que los animalitos son mi pasión, adoro cualquier bichillo que tenga cuatro patas, solo hay que entrar en mi catálogo y ver que el de animales está un poquito más cargado que el resto”. Noa ha logrado ir más allá del material inerte del fieltro y otorgar vida y calor a su zoológico particular.
De todos sus animales el que más éxito tuvo fue el gato, del que habrá alrededor de quinientos, sino más, repartidos por España. Para confeccionarlo se inspiró en “Mío”, el gatito de Pucca, “que siempre me llamó la atención por lo tierno que es y los palos que recibe el pobre”. Poco a poco lo fue puliendo, y a día de hoy no se parece en nada al inicial, salvo en el lazo.
Incluso la mismísima Paula Echevarría, mujer estilosa donde las haya, llegó a lucir uno de sus broches de gato en una ocasión. La sorpresa de Noa al verlo en una revista del corazón (y de todo el foro Vogue cuando pudimos comprobarlo con nuestros propios ojos) fue mayúscula y aún no ha podido desvelarse el misterio de cómo llegó a sus manos.
Junto al gato viajaron también muchas ovejitas, ositos y perros, convirtiéndose los cuatro en los principales representantes de Iruneh y a los que tiene un cariño especial: el gato Luca, la oveja Duda, el osito Teddy y el perro Scott.
Pero en Iruneh no sólo hay animales. La variedad en los modelos de broche (que pueden convertirse en llavero o en chupetero a gusto de cada uno) es amplísima: frutas, nubes, flores, hadas, setas, calaveras, soles...
Iruneh se hizo conocida por sus broches y llaveros en fieltro, pero la mente despierta y creativa de Noa siguió funcionando. Desde hace unos meses ha ampliado la oferta a camisetas, bolsos y fulares. Esta nueva iniciativa ha sido un completo éxito y ya ha agotado varias veces los modelos que saca a la venta.
La idea de las camisetas surgió gracias a Yolanda, una amiga que tiene una empresa de diseño gráfico, DiKeSi, orientada al tema publicitario y en gran parte al textil. A día de hoy es ella quien realiza toda la labor de producción.
Que la camiseta y la impresión son de altísima calidad se puede afirmar sin ningún miedo a equivocarse. Después de numerosas pruebas, en las que fueron descartando diferentes modelos de camisetas e impresiones, dieron con la definitiva. Aún no estaba dicha, sin embargo, la última palabra: debía pasar la prueba de fuego. La metieron en la lavadora junto a toallas y trapos de cocina, con el dibujo hacia afuera y centrifugado a 1000rpm "es decir, desobedeciendo todas las instrucciones de lavado que indica la etiqueta". La camiseta aguantó el tipo y salió completamente intacta: Noa y Yolanda habían encontrado lo que buscaban.
En todo lo que diseña y confecciona Noa prima la calidad sobre cualquier interés comercial. Prueba, matiza, descarta, pule… y no descansa hasta que no da con el trabajo redondo. Sus precios increíblemente ajustados revelan que lo que realmente le importa es que la gente pueda disfrutar de sus creaciones y que queden plenamente satisfechos con ellas.
Noa lo tiene clarísimo “Si me preguntas si merece la pena tanto esfuerzo para poca ganancia te diré que SI sin dudarlo. Me lo paso genial diseñando, pensando en los nuevos modelos, combinando colores, y dejando servilletas de cafeterías, manteles de restaurantes y folios de la oficina plagaditos de bocetos”.
En la actualidad, Iruneh dispone de una web que Noa consiguió sacar adelante gracias a la inestimable ayuda de su novio Víctor. Dedicaron horas y horas al día durante más de un mes, pero el esfuerzo mereció la pena. www.iruneh.net es una web limpia, sencilla y directa por la que se navega con gran facilidad y en la que todo aparece perfectamente explicado. “A través de ella me llegan la mayoría de los pedidos, aunque también hay quien me escribe por el blog o a ciegas pidiendo el broche que llevaba su amiga”.

Iruneh va viento en popa. Noa trabaja sin descanso para hacer frente a la gran demanda de broches, camisetas, bolsos y fulares que recibe. “Desde el verano pasado he dejado de coser solamente tres días".
Afronta el futuro con mucha ilusión y con un montón de ideas nuevas para poner en marcha. Ahora mismo tiene dos nuevas camisetas en mente así como alguna otra prenda que está deseando enseñarnos.
Su última novedad está causando furor. Quiso darle un cambio radical a los broches y llaveros y comenzó a experimentar con el cuero sintético. A Noa le gusta mucho recalcar que se trata de material artificial. “No uso animalitos para hacer otros animalitos”, y todos los amantes de los animales se lo agradecemos de corazón. Los nuevos broches están teniendo muy buen resultado y poco a poco irá dando forma a este nuevo zoológico en polipiel.

No hay ninguna duda de que Iruneh es algo especial, son muchísimas las personas que se han dado cuenta y no se han resistido a tener entre sus manos alguna de sus creaciones. Si en apenas un año Noa ha llegado al punto en el que se encuentra ahora, no puedo ni alcanzar a imaginar hasta dónde podrá llegar en unos años más. Espero que ella siga por la bloggosfera para contárnoslo y que nosotros podamos ser testigos de su éxito.
Mis primeras compras a Iruneh fueron el gato Luca, el osito Teddy y el pollito.

Durante mi estancia en Vigo, Noa me sorprendió con dos regalitos muy especiales. Este ratón de su nueva línea en polipiel, para una auténtica fan de los roedores, y una entrañable hadita personalizada.
Pero la cosa no acaba aquí, al regresar a Madrid encontré en mi buzón un nuevo regalito, esta simpática flor que Noa regaló a todos los que enviamos fotos para su galería.
Mi caja de los tesoros tiene ya una buena parte de este zoológico mágico de Iruneh y espero que siga llenándose sin parar.